Más información
"Sorolla, el gran pintor valenciano, el que representa acaso el otro polo de la escuela española, tiene el encargo de Mr. Huntington de hacer otro retrato mío para el museo hispánico [_], y estoy ansiando por ver cómo me deja cuando en el otoño vuelva acá a hacerlo". Este anhelo que Unamuno manifestaba en 1912 se vio finalmente truncado, pues Sorolla nunca llegó a terminar el mencionado cuadro. Pero, a pesar de ello, en su boceto logró captar a la perfección la esencia del retratado. De la misma forma entendemos la validez estética y documental de los materiales que se presentan en esta antología, compuesta por ciento treinta y ocho composiciones entre las que figuran tanto los poemas "sueltos", publicados en prensa por Unamuno y no incluidos en ningún volumen poético, como otros que quedaron inconclusos e "inéditos" en su archivo, olvidados entre sus manuscritos. El análisis de las variantes de autor reflejado en esta edición crítico-genética revela, sin duda, importantes aspectos del taller del poeta y de su concepción poética que, hasta el momento, habían pasado desapercibidos por la crítica.