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A finales del siglo XIX y principios del XX, Viena era la capital dela cultura en Europa. En esta ciudad se produjeron notables progresos en todos los campos del saber humano. Aquí se hicieron importantes avances en termodinámica, nacieron las ideas más importantes de Hayek y también se originó la exquisita música de Gustav Mahler y, por supuesto, el movimiento psicoanalítico de Sigmund Freud. Se sabe con seguridad que, en su juventud, Hans Kelsen acudiría en varias ocasiones a tertulias ofrecidas por el padre del psicoanálisis. Más aún, que dictaría algunas conferencias durante estas reuniones. Sin embargo, no sería sino hasta 1933 que la primera versión de Amor Platónico sería publicada bajo el título de Die Platonische Liebe I en Imago, revista editada por Sigmund Freud. Nueve años más tarde, tras la llegada de Hans Kelsen a los Estados Unidos de America, aparecería una segunda versión con el título de Platonic Love. A diferencia del primer texto que sólo se integraba por el ensayo Eros, el jurista de Viena añadiría el articulo Cratos. Esta Sería, por decirlo de alguna forma, la versión definitiva que se traduciría, también, al italiano y ahora al castellano.